¿Pensando en ir a por esa plaza en la Administración Pública pero aún sin tener claro cómo comenzar a prepararse?
Si me lo permites, en este post te voy a resumir los 6 trucos (aunque más que trucos, se trata de hábitos que deberás ir cogiendo poco a poco a base de la rutina diaria) que a mi personalmente me fueron de gran ayuda durante la preparación y estudio de la oposición.
Consejos para estudiar oposiciones adecuadamente
Por muchas historias que te cuenten, preparar unas oposiciones, sea cual sea el nivel o el sector, es algo que requiere de una gran inversión de esfuerzo y de tiempo.
Es muy común entre las personas que han tomado la decisión de opositar desanimarse o pasar largas temporadas de frustraciones, e incluso llegar a dejar la preparación, debido en muchos casos a que no establecieron unas pautas o bases que les sirvieran como pilares de apoyo para todo el esfuerzo al que nos vamos a someter durante un largo periodo de tiempo.
Si este es tu caso, o si crees que podría llegar a serlo, a continuación, déjame que te cuente mis 6 trucos para la preparación de oposiciones:
1. Mentalidad positiva
El éxito dependerá de la predisposición a planificar y a la capacidad de dosificar y mantener la motivación a lo largo de un periodo de tiempo (en muchos casos un periodo de tiempo aún indeterminado ya que tal vez no tengas ni la convocatoria y mucho menos la fecha de examen aún publicada).
Una mentalidad positiva es sin duda la única forma en la que poder alcanzar tu objetivo y aguantar a lo largo del tiempo.
Es normal desanimarse o aflojar el ritmo cuando estás preparándote para un examen para el que no tienes aún ni la previsión de fecha. Precisamente por eso, ser capaz de mantener la motivación será la clave que separará a aquellos opositores que van a poder llegar al final de los que se irán quedando por el camino. ¿De cuál de los dos quieres ser tú?
En mi caso, cuando veía que la desmotivación hacía acto de presencia en mis sesiones de estudio, un truco que me ayudaba a recargar las pilas y volver a poner a tope mi mentalidad positiva era parar unos minutos y visualizarme en un futuro relativamente próximo trabajando en el puesto para el que opositaba.
No hay mayor chute de motivación que visualizarte sacando una notaza en el examen que te asegure tu plaza. Al fin y al cabo ese es el objetivo último por que estás luchando y por el que vas a dar lo mejor de ti cueste lo que cueste.
2. Escoge tus técnicas de estudio
La elección de un buen método de estudio es fundamental. Está bien buscar por internet técnicas de estudio, consejos, etc… pero cada persona es diferente por lo que debes encontrar esa técnica que mejor se ajuste a ti.
Tal vez te concentres mejor cuando lees en voz alta paseando por la habitación, tal vez necesites un papel y lápiz para ir haciendo pequeños esquemas a medida que lees. Puede ser cualquier cosa pero es importante que encuentres tu técnica. De ello depende que las horas que pasas sentado frente al temario sea provechosas o no.
4. Planifica y organiza el proceso de estudio
Los temarios son muy extensos y el día se pasa volando. Si no cuentas con una buena planificación y organización del proceso de estudio, puedes caer en el agobio o en el desánimo. Debes distribuir el contenido a estudiar en el tiempo de que dispones hasta el día del examen.
No comentas el error de confiarte y decirte a ti mismo cosas “voy a estudiar un rato y cuando me entre el hambre pararé a comer.” Lo que tienes que hacer es plasmar por escrito tu planning de estudio… voy a estudiar hasta las 13.00h, pararé a comer de 13.00 a 14.00 y a las 14.00 debo estar de nuevo aquí sentado hasta…. Y así hasta completar el día según tu disponibilidad.
5. Descansar para rendir más
Para rendir al 100% necesitas estar descansado. Estudiar durante largas sesiones, aunque físicamente puedas no notarlo, es agotador. Por eso, es muy importante dedicar el tiempo necesario para recuperar y descansar.
Sentarse ante el temario cansado solo va a hacer que la sensación de no avanzar se vaya apoderando de ti. Es como una bola de nieve que baja rodando y cada vez se hace más grande. Al estar cansado te da la sensación que no estás aprovechando el tiempo de estudio, eso a su vez hace que quieras estudiar por más tiempo con lo que el cansancio va aumentando.
Mi consejo (aunque sinceramente pocas veces lo pude cumplir ya que yo compaginaba el estudio con un trabajo a jornada completa) es asegurarse dormir entre 7 y 8 horas diariamente.
Si por lo que sea, sabes que un día vas a iniciar una sesión de estudio sin estar lo suficientemente descansado para aprovecharla, puedes dedicarla a otras tareas relacionadas con la oposición que no requieran de una concentración máxima. Ordena tus apuntes, pasa a limpio esos esquemas que has ido haciendo sobre la marcha, etc…
6. El día de trampa
Seguro que has escuchado eso del “día de trampa” cuando se habla de dietas, de preparaciones físicas, etc… Pues igual de efectivo es cuando hablamos de estudio.
Entrenar duro sin descansos lleva al agotamiento del músculo. Estudiar cada día sin descanso lleva al agotamiento de la mente. Por eso, igual que deportistas tienen lo que llaman “día de trampa” en el que saben que se lo van a pasar estirados en el sofá comiendo todo aquello que le venga en gana, el opositor debe tener algo parecido para desconectar a nivel mental.
Esta idea de desconectar por completo un día entero lo que va a hacer es aportarte un plus de motivación adicional ya que sabes que, por un lado estudias con más ganas sabiendo que en breve tendrás ese merecido descanso, y por el otro lado, después del día de descanso estás fresca como una rosa para reanudar el estudio.
Sal a pasear, pégate un maratón de Netflix o simplemente socializa con tus seres queridos y amistades. Verás como sienta bien y te permite recuperar energías para esta carrera de fondo en la que estás metida.
Ya para terminar, déjame darte un último consejo….
¡No vale rendirse!
No dudes nunca de tu capacidad. Verás cómo el esfuerzo habrá valido la pena.